El año 2014 concluye, y es momento de hacer lo mismo con el conteo de los diez mejores discos del año, iniciado algunos días atrás. Sin más líneas ceremoniosas, he aquí el lugar número uno. [Todas las traducciones son propias].
1. Swans
To Be Kind
Alternativo/Rock experimental
Young God
13 – mayo
«Decir que los Swans han tenido un regreso exitoso sería quedarse muy corto ante los hechos. En 2010, momento en el que Michael Gira reactivó a la banda, sólo el aficionado más leal hubiera esperado algo remotamente comparable a aquellos años maravillosos de la alineación original (la de los discos Children of God de 1987 y Soundtracks for the Blinds de 1996). El álbum del regreso, My Father Will Guide Me Up a Rope to the Sky no tuvo el impacto esperado, aunque no fue una desilusión; sin embargo, fue The Seer en el año 2012 el que no sólo resultó comparablemente tan ilustre como sus predecesores, sino que además permitió ampliar de manera impresionante la base de seguidores de la agrupación. Los Swans son ahora más grandes, y quizá mejores, que antes.
Esto significa que una audiencia bastante amplia puede disfrutar de la gloria que resulta ser To Be Kind, el LP número trece de los Swans, y el tercero que se lanza como un disco doble. Una odisea de dos horas, similar en proporciones a lo visto en The Seer, se trata de un álbum que, más que establecer, recalca el lugar privilegiado que ocupa la agrupación en la cúspide del rock experimental, sin por ello dejar de ser un viaje emocionante. Los diez temas que lo integran, cuya duración oscila entre 5 y 34 minutos, demuestran todo lo que los Swans han sido a lo largo de su carrera artística, en especial esa genialidad que sigue asombrando. Pocas bandas han llegado tan lejos sin cometer equivocaciones en el camino y, quizá con la excepción de The Burning World de 1989, es algo que los Swans nunca han hecho.
To Be Kind da continuidad al proyecto retomando la línea explorada en The Seer. Las canciones son creaciones orgánicas que, similar a las presentaciones en vivo de los Swans, dependen en gran medida de la conducción vaga, pero firme, de Gira, y no de un estilo convencional predeterminado. Más aún, se siente como el vínculo entre el líder y sus colaboradores, Messers Hahn, Harris, Pradvica, Puleo y Westberg, es tan fuerte que el sonido colosal de la agrupación fluye de manera más natural que antes. La repetición trepidante que los ha caracterizado como una de las bandas más intensas del planeta todavía está presente, pero también se ha permitido la integración de una psicodelia desmedida en su música. Al respecto, Gira ha expresado en varias entrevistas su deuda con Pink Floyd, y es en este álbum, especialmente en el tema descomunal ‘Bring the Sun/Toussaint L’Ouverture‘, que los Swans la saldan, rindiendo tributo al trabajo hecho por esa banda a finales de los años de la década de 1960.
En última instancia, la esencia de los Swans ha consistido en remitir a creencias profundas de algún tipo. Con este disco, queda claro de una vez por todas que la existencia misma de la agrupación es razón suficiente para creer en el potencial excepcional de la música, no sólo para expandir nuestras mentes, sino para animar nuestros corazones. Estamos en una escalera celestial, y los Swans dirigen el camino.» – Benjamin Bland
Reseña completa del álbum en Drowned in Sound